Si bien el gentilicio asignado a las personas originarias de Guayaquil es “Guayaquileño”, una de las características de quienes nacimos en esta tierra es la tan relajada y casi que humorística forma tomarnos las cosas, los guayaquileños tendemos a reírnos de todo, tal es así que una de las cosas que nos diferencian de muchos otros pueblos de Sudamérica es el hecho de que hemos “cuasi violentado” nuestra lengua natal (el español) al punto de llegar a crear una jerga única y marcadamente destacada de entre las jergas de los pueblos de nuestra América Latina.
Dentro de esta Jerga, la palabra más básica y principal es GUAYACO, la cual viene a constituir el remplazo al gentilicio formal que nos corresponde; mientras el mundo nos llama guayaquileños, nosotros nos llamamos a nosotros mismos “GUAYACOS”.
En Ecuador, al guayaquileño se le llama GUAYACO, y de entre otras cosas, nosotros, los Guayacos, tenemos nuestra propia jerga o vocabulario guayaco.